miércoles, 30 de enero de 2013

IMPORTANCIA DE LA AMISTAD ENTRE MUJERES


IMPORTANCIA DE LA AMISTAD ENTRE MUJERES 

Un aspecto muy descuidado de nuestra cultura es la importancia del vínculo entre amigas. Desde el imaginario masculino se ha promocionado siempre la relación entre mujeres enfatizando la predominancia de la rivalidad, del esfuerzo competitivo sobre todo si está algún hombre deseado en el horizonte. Pero lo que se oculta interesadamente, es el valor extraordinario y la fuerza que tiene la relación con las amigas. Las que saben tener amigas conocen el valor de la ternura, de la solidaridad, del binomio que asocia la propia autoestima con el reconocimiento y el apoyo de unas buenas amigas, de la compañía fiel en momentos de tormenta, de la que entiende nuestras confidencias y que muchas veces es quien nos ayuda a mantener nuestro vínculo con un hombre por aportar la comunicación y el entendimiento necesarios, tan difíciles de lograr con el otro sexo. Silvina Burlich, una escritora argentina, decía que es tan difícil que un hombre y una mujer se entiendan como que lo hagan una jirafa y un elefante. A lo que yo agregaba no sin humor satírico que peor aún es cuando a la jirafa y al elefante se le suma el resto del zoológico para opinar. A medida que pasan los años, los príncipes azules se destiñen y lo que aporta calor y color a la vida son precisamente las amigas que aportan ese bienestar emocional no sólo para una misma sino para todas las personas que dependen de nuestros cuidados. Una amiga jamás diría “al verla así rajé” como dice un hombre en un tango de la mujer que amó y que al verla después de muchos años deteriorada al verla así rajó. En la historia del tango, como dice Susana Rinaldi –y no sólo en la historia del tango, sino en la vida- son los hombres los que huyen del deterioro, del malestar, de la angustia. Y son precisamente las mujeres las que aportan el calor que alguien necesita, el oído para escuchar el dolor, el abrazo que consuela, la ternura que te hace sentir viva. La amistad, la dignidad y la autoestima de las mujeres crecen juntas. El empoderamiento también. Incluso las relaciones con los hombres no son iguales para una mujer que se dirige a ellos desde una sensación de valoración profunda de sí misma que desde una falta de autoestima. En ausencia de amigas de verdad, hay un vacío de identidad positiva, que empuja a sostener la propia existencia y la propia valoración solamente con el logro de una pareja con un hombre, lo que lleva a muchas mujeres a adherirse sin demasiado criterio selectivo a un hombre o bien a la búsqueda de un hombre tras otro, para lograr su aprobación. Pero regalarse no es quererse, como señala Benedetti.  Cuando las mujeres tomamos conciencia del valor de nuestra mutua amistad es cuando nuestro cuerpo, con sus imperfecciones, con sus déficits propios de la edad, con sus dolores, se convierte de pronto en un cuerpo lleno de vida, de deseo, de alegría, de motivos para vivir en esta tierra nuestra que de pronto cambia el rostro que le ha dejado la ambición conquistadora y la posesividad masculina por la sensación de calor de una casa confortable.  

CLAUDIA TRUZZOLI                

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