TARDE DE DOMINGO
Tarde de domingo
aparejada al
obligado desahucio
de recuerdos que
se acumulan inertes,
con ritmo lento
como el caminar
de un viejo.
Tarde de domingo
donde se
atropellan los secretos
que batallan por
decirse
contra los
disfraces de otros días
que los condenan
al silencio.
Tarde de domingo
que a la manera
de Diógenes
impulsa a
rastrear con una lámpara
inadecuada e
insuficiente
la inasible huella
de un semejante.
CLAUDIA TRUZZOLI
3 abril 2012
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