TATUAJE EN LA MEMORIA
Mis senos reclaman tus caricias,
mi boca ansía tu
aliento
respirando el fuego
que me une a ti
en el beso,
en el abrazo
apasionado,
en el goce de tu
sexo,
en la noche sin
dormir
para devorar el tiempo.
Llega la tarde y
con ella
tu ausencia,
vacío que llena
la memoria
con tu impronta,
cada rincón de mi
cuerpo
con tu huella
como si fuera un
tatuaje
que vistiera mi
piel blanca
con los sueños
olvidados
de un lejano
pasado,
que hoy reaviva
feliz
la juventud
perdida
que renace en este
encuentro.
CLAUDIA TRUZZOLI
25 de mayo 2014
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