viernes, 16 de mayo de 2014

COMENTARIO DE TEATRO : EL ZOO DE CRISTAL

EL ZOO DE CRISTAL
 
Una más de la excelente producción literaria de Tennessee Williams, llevada al teatro en esta ocasión por Miriam Iscla, Dafnis Baldus, Meritxell Calvo y Peter Vives y dirigida por Josep Maria Pou. Esta obra está ambientada en la época de la Gran Depresión en Estados Unidos, época que impuso grandes limitaciones económicas y que llevó a talentos como el de Tennessee Williams a tener que dejar sus estudios universitarios para trabajar en una fábrica de zapatos. Hecho que se refleja en el argumento de la obra, que recoge parte de la biografía del autor, que también incluye a su hermana, pues el traslado a la ciudad de Sant Louis fue difícil tanto para él como para ella. La madre en la obra juega un papel muy importante como portavoz de la angustia frente a la escasez y falta de medios tanto de ella misma como de la hija, quienes dependen para su mantenimiento exclusivamente del trabajo del hijo, que es quien se ve forzado a renunciar a sus talentos naturales como escritor para llevar una existencia angustiada y anodina en la fábrica donde está empleado. La hermana vive acomplejada y sofocada por una madre dominante que es incapaz de infundirle confianza, más bien con sus exigencias se muestra ciega a las limitaciones de su hija, lo que la hace aún más vulnerable. Abandonada por su marido, no quiere para su hija un futuro inseguro, quiere a toda costa casarla, para asegurarla y asegurarse una estabilidad y tranquilidad económica, por lo que presiona al hijo para que no deje su trabajo aunque éste para soportar  su angustia, sale todas las noches a evadirse con películas que le muestran existencias de héroes que viven la vida que a él le gustaría vivir. Y bebe, lo que le recuerda a la madre, el parecido de su hijo con su padre, y teme que también las abandone por lo que ejerce una presión asfixiante sobre él y sobre su hija para empujarlos en la dirección que le asegure que no serán abandonadas. Cuanto más insiste en esta actitud más aumenta el deseo del hijo de dejar su casa, añorando una vida propia, deseo que es incapaz de tener su hermana que para sostenerse mínimamente en algo placentero se refugia en un mundo propio hecho de miniaturas de animales de cristal, a los que recurre cada vez que se asusta. Un amigo del hermano, compañero de trabajo de la fábrica, es un antiguo alumno del colegio al que ella asistía cuando era adolescente y del que se había enamorado, es invitado a comer en la casa. La madre lo convierte en su fantasía en un pretendiente de la hija y se comporta con él de manera muy aduladora, haciendo gala de una seducción que la retrotrae al recuerdo de sus años jóvenes cuando decía estar rodeada de pretendientes. Es incapaz de ver la realidad, ciega como está por la necesidad de asegurarse un sostén en la existencia de su familia.Su papel en la obra está excelentemente interpretado por Miriam Iscla, magnífica actriz que nos hace sentir toda la asfixia de una mujer dominante que no admite réplica a sus deseos. Meritxell Calvo también interpreta un papel muy difícil puesto que todo el tiempo tiene que manifestar un temblor corporal producto del miedo, una cojera y la  angustia de verse forzada a asumir un deseo materno que no puede sostener y que aplasta la posibilidad de tener el suyo propio. El supuesto pretendiente nos da una lección importante acerca de la fuerza que se puede trasmitir a cualquier persona insegura cuando alguien confía en ella. Pequeño respiro que dura poco porque les comunica que está comprometido y a punto de casarse, lo que derrumba las ilusiones o de la madre de casarlo con su hija y de ésta última que por un momento había creído que podían relacionarse.El hijo sostiene su malestar, que es íénnmenso, en parte evadiéndose y en parte dando lugar a su deseo, escondiéndose en la fabrica par escribir. Se rebela frente a este hecho y piensa en fugarse como hizo su padre, siendo esta identificación la que le permite asumir que se trata de su vida y no quiere sacrificarla más de lo que ya lo ha hecho, pero que no deja de reconocer que se siente nostálgico por la pérdida de la relación con su hermana, en unas palabras que manifiesta y que conmueven: "me he descubierto más fiel d elo que pensaba", cuando la recuerda.
Tennessee Williams es especialista en tratar las temáticas subjetivas que desvelan el lado oscuro del deseo y que forman parte de lo no dicho en las relaciones convencionales y políticamente correctas. Ejemplo de ello es esta obra y otras como Un tranvía llamado deseo, La gata sobre el tejado de zinc caliente, Dulce pájaro de juventud, La noche de la Iguana, entre otras, que han sido llevadas al cine e interpretadas magistralmente por actores y actrices de gran calado.  

CLAUDIA TRUZZOLI
14 de mayo 2014 

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