jueves, 31 de julio de 2014

AMOR DESOLADO



AMOR DESOLADO  

Yo puse el esfuerzo y ella la desgana,
yo el hondo silencio y ella la palabra,
yo fui senda y camino y ella la distancia,
yo puse los ojos y ella la mirada.

Quise entre sus manos retener el agua
y sobre la arena levanté mi casa, 
fui raíz oscura y ella tronco y rama.
Pagué la cuenta del amor sumada,
ella puso el cuerpo, yo el cuerpo y el alma.
Era toda viento, yo todo montaña,
yo pura resina, ella pura llama. 

Una noche oscura se fue de mi casa,
se cegaron mis ojos para no mirarla,
para no seguirla cerré las ventanas, 
clausuré las puertas para no llamarla
Puse rosas negras sobre nuestra cama, 
sobre su memoria puse rosas blancas
y a la luz difusa de la madrugada
me quité la vida para no matarla.
Yo lo puse todo, vida, cuerpo y alma   
ella, dios lo sabe, nunca puso nada.

NO SÉ QUIEN ES EL AUTOR

(La canción la canta Alberto Cortéz) 


Esta letra expresa de manera muy poética, la alienación propia del amor que no conoce límites en su manera de apegarse a otro. Cuando el desamor afecta a una persona que se ha entregado de esa manera, que es como tirarse al vacío sin paracaídas, las salidas posibles al tremendo dolor que no se puede soportar son dos: el suicidio, como en este caso, o el asesinato, cuando quien lo sufre se siente sumamente agredido por la persona que lo abandona, a quien vivencia como alguien que le ha robado partes de su ser.  
Es importante estar advertido de que en el amor, todos somos responsables de nuestra propia implicación y no podemos culpar a quien no nos quiere, pero sí preguntarnos porqué permanecemos en el vínculo si éste nos resulta tan ingrato. Ni el suicidio ni el asesinato son soluciones, sino una profunda interrogación acerca del deseo imposible de hacer de dos uno solo.   

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